CRÓNICA DE UN FESTIVAL ANUNCIADO
Antes de empezar, pongo el cartel a modo de recordatorio, para que uno tenga constancia del mix de artistas nacionales e internacionales que visitaron las tierras murcianas.
Viernes 3 de mayo. El despertar
La llegada fue dura: infinitas horas e infinitos km nos acompañaron durante el trayecto nocturno Barcelona-Murcia pero finalmente llegamos. Eso sí, con anécdotas por el medio. Mis amigos y yo, unos 10 éramos, utilizamos el servicio de autobuses que el SOS 4.8 puso a disposición de sus queridos usuarios. Dicho bus apareció 1.30h más tarde de la acordada (no mola esperarse a las 12 de la noche) por un problema de organización. Total, que acabaron despertando a conductores que justo se habían puesto a dormir para que hicieran un trayecto de más de 8h y 600km. Bravo.
Bueno, al grano. Colas largas para conseguir las acreditaciones y las pulseritas, pero nada del otro mundo.
Nuestra jornada festivalera empezó con Dorian como detonante. Sí, me encantan ellos y me encantan sus conciertos. Tras verlos más de 6 veces, aún no me he cansado de ellos, así que fue un buen chute de adrenalina.
Kakkmaddafakka, el grupo formado por seis indie-rockeros hiperactivos y amantes de las performances y el show, caldearon aún más el ambiente, dejando muy buen saber de boca, con canciones como Your Girl o la mítica Restless. Además de distintas acrobacias por parte de algunos de sus integrantes, nos regalaron una versión de Halo (Beyoncé).
Los siguientes fueron el trío made in England, The XX. Algunas de sus mejores interpretaciones, aunque por lo general todo el concierto resultó una delicia para el oído y el buen busco. Por alguna razón eran uno de los cabeza de cartel más aclamados de esta edición, por no decir el que más.
Su carácter, vestimenta, armonía y escenografía envolvieron el ambiente, creando un halo de quietud y serenidad, gracias a canciones como "Change", "Angels" o "Sunset".
Bloc Party. No hay demasiada cosa a decir. Han perdido fuerza, tanto a nivel de composición como de presencia. Presentaron temas de su nuevo disco Four (Frenchkiss, 2012), pero los únicos momentos de diversión vinieron de la mano de Banquet y Helicopter. Les faltó chispa y compenetración con el público.
Crystal Fighters. Sebastian Pringle sabe adoptar el papel de frontman como pocos lo hacen. Después de unos decepcionantes Bloc Party, sabieron levantar el ánimo y los pies de los festivaleros, los cuales (entre los que me incluyo), empezamos a saltar al ritmo de "Solar Sytem", "Champion Sound" y "Follow". Seguro que potente directo es un aperitivo de su inminente segundo disco Cave Rave (PIAS, 2013).
John Talabot. No me defraudó en el Sónar el año pasado, no lo ha hecho en SOS de este año y no lo hará en el Primavera Sound. Oriol Riverola, el barcelonés que se hace llamar John Talabot, es siempre una apuesta segura.
Sábado 4 de mayo. Hangover
Pocas horas de sueño, gafas de sol y mucho maquillaje después, conseguimos llegar de una pieza al segundo y último día del festival sostenible (sostenible para todo aquél que bebió agua la noche anterior, para el resto de los mortales precisamente el problema era mantenerse en pie).
Jero Romero. Tras la separación de The Sunday Drivers, a Jero Romero no le ha ido nada mal: la campaña de crowfunding que emprendió para grabar su disco Cabeza de León; el éxito que obtuvo; la calidad de su trabajo... y el agradable rato que hizo pasar a todos los asistentes de su concierto con su energética presencia. Un buen inicio de jornada.
M83. Junto a The XX, uno de los cabeza de cartel más esperados de esta sexta edición. El año pasado tuve oportunidad de verlos en el Primavera Sound, y sabía que esta vez iba a ser igual o mejor. Dejaron el listón bien alto con las interpretaciones de su trabajo
Hurry Up, We're Dreaming (Naïve/Mute, 2011), moviendo a las masas gracias a sus hits "Midnight City" o de las electrónicas "Teen Angst", "Reunion" o "A Guitar And A Heart" por ejemplo.
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| Fotografía cedida por SOS 4.8 (Nota de Prensa) |
Justice. Ya íbamos con la mentalidad de encontrarnos un Dj Set, así que las expectativas tampoco estaban muy altas. Pero, ni con esas. Una gran decepción y más si lo comparo con la brutal sesión vivida en el Primavera Sound el año pasado.
Citiziens. La banda del sello Kitsuné no logró transmitir la vitalidad que se percibe en su último disco Here We Go (2012). Un directo sin ritmo y bastante soso.
Así que tras dos decepciones seguidas, decidimos echar el candado y despedirnos de esta sexta - quinta para nosotros- edición del festival SOS 4.8. A ver qué nos depara el año 2014.
Ah sí, y el título tiene una explicación coherente: nunca había visto un baño de masas de estilo hipster o cómo quiera etiquetarse. El problema, pero, es que se notaba de lejos que era un estilo adoptado para asistir al festival, con grandes dosis de documentación, meditación y vídeos del Coachella detrás.
