Menuda experiencia pre-sos pudimos disfrutar los que asistimos a la sala The Loft (Razzmatazz) el pasado jueves. El ambiente era ideal: un buen equilibro entre la cantidad de gente y la calidad del espectáculo.
La noche empezó muy movidita con GRISES, un quinteto guipuzcoano con mucha energía y salero. Desde el primer momento, una fuerza invisible te empujaba hacia el escenario para cantar, saltar y moverte al ritmo de su indie-pop español alternativo. Mucha acción y mucho subidón, envueltos por un sonido que recordaba a un estilo más bien garage band.
Después de una pausa, los micrófonos se volvieron a poner en marcha, esta vez para dar paso al dúo británico formado por Jeremy y Elizabeth, que juntos se transforman en SUMMER CAMP. Cabe decir que, después de la estimulante actuación de Grises, la apertura de Summer Camp me pareció hasta un poco insípida. Pero en cuestión de minutos, consiguieron formar una ecléctica atmósfera y hasta nos ofrecieron una representación a cappella de su último single, Losing my mind, con paseíllo entre el público incluido.
Solo puedo añadir que hay una nueva banda sonando en mi ipod.
La triple sesión de conciertos concluyó con YALL (véase también Chinese Christmas Cards), que dieron rienda suelta a su música electrónica
con un toque psicodélico, efecto que consiguieron gracias a la presencia de diferentes televisores colocados en el escenario.
En resumen, fue una velada entretenida y muy amena, de aquellas que aún siguen robándote alguna que otra una sonrisa.
En resumen, fue una velada entretenida y muy amena, de aquellas que aún siguen robándote alguna que otra una sonrisa.
He tenido ciertos problemas técnicos con mi cámara y no tengo las fotografías del evento, así que cuelgo dos vídeos bien bonitos.
Grises
Summer Camp
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